lunes, 23 de enero de 2012

¡Soy el más listo del mundo!

No, no. No se piensen que soy yo –un servidor simplemente es un listillo-. Me refiero al Sr. Director general de tráfico D. Pere Navarro.

Y es que, cuan “equejutivo” agresivo con un máster del ESADE bajo el brazo –algún día tengo que reflexionar sobre éstos-, ha sabido vender como nadie la simpleza, la originalidad absurda, la solución instantánea y etérea, etc. –medallitas incluidas- gracias a los resultados consecuentemente obvios también de su política –nótese el singular-.

Me refiero al éxito objetivo de la disminución de accidentes de tráfico y muertos como consecuencia de estos, con la reducción de la velocidad máxima permitida como única culpable y solución.

Una vez llegados a un punto de estabilización donde, la vaca ya no da para más, me pregunto, ¿qué va a seguir haciendo este señor y el organismo que representa para continuar disminuyendo las cifras? ¿Seguimos reduciendo la velocidad y vamos todos a, por ejemplo, 70Km/h por autopistas y 20Km/h por ciudad? Así seguro que disminuiríamos aún más los accidentes. ¿Y sí, directamente dejamos de conducir? ¡Seguro que aún habría menos todavía!
Como me decía mi madre en esos años locos de mi juventud: “Evitas la ocasión y evitas el peligro”.

¿Cuándo vamos a tener estadísticas reales y detalladas de los accidentes de tráfico? ¡Buff, no interesa y además, nadie pregunta!
¿Cuántos de estos se producen por culpa de la inexperiencia del conductor en determinadas situaciones y vías? ¿Porque tenemos un carnet de conducir que vale para todo y para todos y que da la risa? ¡Buff, no nos metamos con las auto-escuelas por favor!
¿Cuántos de estos se producen por culpa del estado degradado del vehículo porque las inspecciones realizadas en las ITV’s hoy en día son de risa –sólo por la pasta-? ¡Buff, no nos metamos con las ITV’s por favor!
¿Cuántos de estos se producen por el mal estado de la vía, la incapacidad de asunción de tráfico denso, etc.? ¡Buff, esto es más caro que el coste que suponen los accidentados para la sanidad y no conviene al estado!
¿Cuántos de estos se producen en las inofensivas grandes rectas donde se ubican la mayoría de los radares y, sin embargo, cuántos en las peligrosas curvas de algunas carreteras donde, verdaderamente afecta el exceso de velocidad? ¡Buff, calla, calla, que el coste del radar en las rectas se amortiza!

Podría formular un millón de preguntas al Sr. Director general de tráfico que, por supuesto, no me respondería porque no es “su objetivo real, resultadista, barato y vendible” desde luego.

Pero me quedo sólo con una última pregunta: ¿Cuál va a ser su siguiente paso para seguir reduciendo los accidentes y muertos en carretera? ¿O es que los que todavía quedan ya son asumibles y aceptables?

Y con una reflexión: La próxima vez que aparezca en una rueda de prensa a colgarse una medallita recuerde que no todos los que le escuchamos somos imbéciles o ignorantes; a ver si al menos ¡se sonroja!

El Listillo De Turno.

2 comentarios:

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