Se nos llena la boca a todos con que el castellano es una de las lenguas más ricas, habladas y fuertes del mundo. Presumimos de cuantos quieren aprenderla más allá de nuestras fronteras y, sin embargo, adoptamos palabras, frases y demás expresiones de otros idiomas para las que ya tenemos no una, si no varias formas del castellano como si tales expresiones hubiesen salido de la noche a la mañana, sin más.
Véase, el último revuelvo porque la nueva ministra de Sanidad, Ana Mato, se ha referido al último caso como "violencia en el entorno familiar" y no como "violencia de género". No ha faltado tiempo para que, por un lado todos los medios hayan agrandado -generado más bien- la polémica y por otro lado, las archi-disgustadas asociaciones varias de defensa de la mujer vuelvan a gastar más energías en discutir lo indiscutible que en reivindicar las muchas carencias que todavía tienen las leyes y organismos para la protección y amparo de las víctimas de esta violencia o bien, el desarrollo de sistemas de prevención basados en la educación, etc...
Las/los defensores de que esto es una barbaridad, que no se puede tolerar semejante desliz, confusión, cambio, etc... se escudan o bien en que el 99,9 o 100% de la violencia anual es machista, de sexo (que no género) y contra la mujer -esto es cierto- o bien, que se aprobó esta denominación (del ingles, gender violence) en el congreso sobre la mujer celebrado en Pekín en 1995 y entonces, como viene del ingles señores, está perfecto.
La cuestión es, que antes de llamarlo "violencia de género" que es como pegarle una patada al diccionario e incluso (atención sorpresa para las asociaciones de mujeres escandalizadas!) suaviza la definición, se le tendría que llamar "violencia sexista" o "violencia contra la mujer", más directos y claros estos términos con la realidad que se pretende expresar.
Ahora bien, por desgracia, muchos de estos casos vienen acompañados de más violencia; sufriendo los hijos, compañeros y familiares que se encuentren al lado la misma suerte y, normalmente en el entorno familiar o de relaciones personales. No sufrimos una lacra de hombres que van humillando, pegando o asesinando a mujeres desconocidas por la calle, al menos que se sepa.
Entonces me pregunto: ¿Esto es violencia sexista? ¿Es violencia de género? ¿Es violencia del hombre contra todos? ¿Puede estar bien expresado "violencia en el entorno familiar"?
Permitanme, me quedo con cualquier expresión menos con "violencia de género".
El Listillo De Turno.
Véase, el último revuelvo porque la nueva ministra de Sanidad, Ana Mato, se ha referido al último caso como "violencia en el entorno familiar" y no como "violencia de género". No ha faltado tiempo para que, por un lado todos los medios hayan agrandado -generado más bien- la polémica y por otro lado, las archi-disgustadas asociaciones varias de defensa de la mujer vuelvan a gastar más energías en discutir lo indiscutible que en reivindicar las muchas carencias que todavía tienen las leyes y organismos para la protección y amparo de las víctimas de esta violencia o bien, el desarrollo de sistemas de prevención basados en la educación, etc...
Las/los defensores de que esto es una barbaridad, que no se puede tolerar semejante desliz, confusión, cambio, etc... se escudan o bien en que el 99,9 o 100% de la violencia anual es machista, de sexo (que no género) y contra la mujer -esto es cierto- o bien, que se aprobó esta denominación (del ingles, gender violence) en el congreso sobre la mujer celebrado en Pekín en 1995 y entonces, como viene del ingles señores, está perfecto.
La cuestión es, que antes de llamarlo "violencia de género" que es como pegarle una patada al diccionario e incluso (atención sorpresa para las asociaciones de mujeres escandalizadas!) suaviza la definición, se le tendría que llamar "violencia sexista" o "violencia contra la mujer", más directos y claros estos términos con la realidad que se pretende expresar.
Ahora bien, por desgracia, muchos de estos casos vienen acompañados de más violencia; sufriendo los hijos, compañeros y familiares que se encuentren al lado la misma suerte y, normalmente en el entorno familiar o de relaciones personales. No sufrimos una lacra de hombres que van humillando, pegando o asesinando a mujeres desconocidas por la calle, al menos que se sepa.
Entonces me pregunto: ¿Esto es violencia sexista? ¿Es violencia de género? ¿Es violencia del hombre contra todos? ¿Puede estar bien expresado "violencia en el entorno familiar"?
Permitanme, me quedo con cualquier expresión menos con "violencia de género".
El Listillo De Turno.
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