miércoles, 28 de diciembre de 2011

El origen del Listillo

Salgo a fumar un cigarrillo. Es 29 de Septiembre de 2010 y estoy trabajando -vaya por delante que soy trabajador, de clase obrera media- el día de la huelga general más surrealista que ha vivido este país.

En la puerta, unos cuantos piquetes "informativos" que de pronto, dirigen sus miradas hacía mí y empiezan a vociferar insultos -jilipolleces, mi sobrino acojonaría más- entre los que llego a escuchar "¡estamos defendiendo tus derechos, luchando para que tú estes aquí!". Como suelo ser ligero de opinión, me cuesta seguir fumando ignorándolos hasta que al final me dirijo a todos diciéndoles que "pasen de mí" que "vosotros, lamentablemente, no me representais" -pues así lo pienso- y bueno, bueno, bueno.

Unos escondidos detras de otros empiezan a vociferar aún más, hasta que oigo en la retaguardia alguien valvuceando insultos personales y provocadores "inútil, jilipollas, mira que eres tonto hij***pta..." yo a la mía, disfrutando mi cigarrillo de media mañana, observo al susodicho y me doy cuenta inmediatamente que es un representante sindical junto con otro compañero que tiene al lado y que le sirve para reafirmarse en lo que dice -me recordó las escenas cómicas del malo y su ayudante en "Erase una vez el hombre"-. Sigue achuchando y jadeando desde la parte de atrás para revolucionar más a la masa de trabajadores que están delante y que me increpen con "más dureza", valiente escondido como casi todos los vividores de su índole y en estas, que le oigo comentar a su fiel escudero la frase mágica, "éste, es el típico listillo de turno que nos jode siempre".

No sabe el gran favor que me hizo, desde entonces tengo claro que soy "El Listillo De Turno" antes que el aborregado jeta y vividor y, que tiene más bajeza y mezquindad aún que "sus" contrarios, los políticos y empresarios -a fin de cuentas, de estos últimos es parte de su rol-.

Vuelvo a mi puesto a continuar trabajando, aunque lo intento, no dejo de pensar en si hago bien, hago mal, que hacer, etc... concluyo, la única manera de luchar por mis derechos es luchar por unos defensores dignos y eso, hoy por hoy, es una utopía en este país.

El Listillo De Turno.